Dentro y fuera de la cama
de Megan Hart
Lo conocí en una confitería. Él se volvió y me sonrió, y yo me sorprendí tanto que le devolví la sonrisa. No era una tienda para niños, sino la clase de establecimiento donde una va a comprar trufas caras de importación para la mujer del jefe porque se siente culpable después de haberse dado un revolcón con él durante una conferencia en Milwaukee... hipotéticamente hablando, claro. Han flirteado conmigo un montón de veces, sobre todo tipos carentes de sutileza que creían que lo que tenían entre las piernas compensaba lo que les faltaba entre las orejas. A pesar de todo, a veces me iba a casa con alguno de ellos, porque me gustaba desear y ser deseada, aunque en gran parte fuera una mentira. El problema con el deseo radica en que es como verter agua en un vaso lleno de piedras. Se llena enseguida, y no queda espacio para nada más. No voy a disculparme por ser quien soy, ni por lo que he hecho dentro y fuera de la cama. Tengo mi trabajo, mi casa y mi vida, y durante mucho tiempo no he necesitado nada más... Hasta que conocí a Dan. Hasta ahora.
¡Consíguelo aquí!Reseña
Últimamente, dedico mucho tiempo a encontrar nuevas lecturas. No solo consulto los más vendidos o esperados en tal página o en tal otra, también busco en foros, en otros blogs o incluso en las búsquedas frustradas que realizáis en esta misma página. Por supuesto, también están vuestras recomendaciones, que cada vez me satisfacen en mayor medida. Por lo general, suelo anotar los que creo que más me pueden gustar y los leo cuando puedo.
Sin embargo, normalmente, suelen pasar semanas, incluso meses hasta que decido meterles mano. Por lo tanto, a veces, no recuerdo donde encontré recomendado tal libro o por qué decidí leerlo. A veces, me gusta, porque no recuerdo ni siquiera el argumento y me enfrento a la historia de nuevas. Por lo general, tengo la esperanza de que el libro me guste sí o sí, porque por algo quise recordarlo como una futura lectura, y normalmente así suele ser. Normalmente…
No sé donde encontré Dentro y fuera de la cama de Megan Hart, mucho menos qué me hizo sumarlo a mi lista. Sí se qué me hizo leerlo: el azar. En mi lista, se encontraba justo detrás de Caballo de fuego. Por lo tanto, una vez terminado con el primero, continué con el siguiente. Y seguí leyendo…
Como todo lo que últimamente llega a mis manos, Dentro y fuera de la cama relata una historia de amor con grandes dosis de erotismo y de perturbaciones mentales. Por lo general, en este tipo de relatos, el protagonista suele estar un poco chalado, la protagonista en muchas ocasiones le va a la saga con algún tipo de trastorno infantil, y ambos se curan con su enfermiza e intensa pasión, y un más que buen sexo. En Dentro y fuera de la cama, sin embargo, la única afectada es la protagonista, Elle, que después de una serie de abusos en el pasado es incapaz de mantener una relación amorosa medianamente normal. No obstante, es capaz de tener todo tipo de sexo poco convencional con bastantes desconocidos. Tras conocer a Dan, un ejecutivo con mucha paciencia y todos los tornillos bien apretados, Elle recapacitará sobre su vida e intentará ser feliz.
Lo peor del libro, según mi punto de vista, como muchas veces suele ocurrir, es la chica, la protagonista, Elle. Está demasiado traumatizada, es demasiado rara para que una persona normal, para que el lector medio, pueda identificarse medianamente con ella, o, por lo menos, comprenderla. Quizás todo esto se deba a que, hasta que al final de libro, y de una forma un tanto rara, se nos explique -por fin- qué narices le sucede. Hasta que esto pasa, muchas veces el carácter de la chica, su forma de actuar, resulta un tanto extraño, incomprensible y, sobre todo, exasperante. Dan, el protagonista, al lado de ella, es el Santo Job, con una paciencia más que infinita. Cuando lees, tienes ganas de decirle -más bien de gritarle, tirándole de las solapas de la camisa, sacudiéndola- «Déjala, ¿no ves que no merece la pena?«. Como imaginaréis, no lo hace, y el pobre hombre sigue aguantando los desprecios y los pocos aprecios de la chica durante el resto del libro, haciendo tríos (con otro caballero) por ella, y otra serie de perversiones más. Supongo que a las fanáticas de Megan Maxwell le encantará este tipo de asuntos. ¿¡Qué les pasa a las Megan del mundo!?
Lo mejor del libro es que los protagonistas, dentro de lo que cabe, -sí, incluso Elle, la prota-, son personas normales. Es decir, ella no es una estudiante semivirgen que no es modelo de pasarela porque no quiere, y el no es un ricachón ultramacho con látigos y dildos en el cajón de la mesilla de noche. Son individuos normales, con sus defectos, con sus trabajos, con sus rutinas y sus vidas más o menos convencionales. La verdad es que después de tanto jet privado, tanto apartamento en la Quinta Avenida y tanto Aston Martin, encontrarte con personas normales tras las páginas de un libro, es algo que se agradece.
Y no hay mucho más que decir. Aún sigo sin saber por qué lo apunté en la lista; es un libro pasable. Al igual que no os recomendaré que lo leáis, tampoco os pasará nada si decidís hacerlo. No os perderéis nada, desde luego.
Escrito por El Ojo Lector
Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)