Siete días de gracia
de Carla Gràcia Mercadé
«Muchos la han olvidado. Otros la han llamado "revuelta". Pero fue una guerra. La Guerra de los Siete Días. Sin descanso. Sin paz. Sin compasión. [...] Félix afirmaba que en el mundo solo hay dos clases de personas: las que matarían y las que, antes, se dejarían matar. Yo era de las segundas. Pero hay cosas que lo cambian todo. Una es la guerra. La otra, los secretos. [...] Ahora me toca desvestir los misterios, desenredar los nudos y tirar del hilo. Porque, aunque hoy no quede nadie de entonces, tú nos recordarás. Y nos liberarás de la injusticia de la desmemoria. Más que eso: te salvarás de la imprudencia del olvido.» La Revuelta de las Quintas de 1870 fue una de las tantas guerras que ha soportado un pueblo para rebelarse por leyes que únicamente protegen los intereses de unos pocos mientras truncan la vida de muchos. El alzamiento tuvo lugar en varias ciudades de España como Málaga, Béjar o Salamanca, pero en Cataluña fue más largo y sangriento. La villa de Gracia, cruelmente asediada por los cañones y las tropas que disparaban desde la calle Provenza y el Paseo de Gracia de Barcelona, fue el principal bastión de la resistencia popular. Cuenta la leyenda que una mujer sin apellidos ni pasado fue la voz del pueblo y que, en el momento más cruel del conflicto, siguió tocando las campanas de la torre del reloj, frente al ayuntamiento de Gracia, para mantener viva la lucha. ¿Quién era esa mujer? ¿Qué la empujó a tomar partido en aquella guerra? Durante los siete días que duró el alzamiento, descubriremos la vida de Mariana y todos sus secretos. La historia de una familia puede ser tan convulsa como la de un pueblo.
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Hace tiempo que no escribo y el motivo es que, últimamente, me cuesta cierto trabajo encontrar un libro que me enganche lo mínimo indispensable para continuar leyendo el siguiente capítulo. Quizás es que cada vez tengo más libros vetados: no quiero leer nada erótico-festivo, no quiero leer series, no quiero sagas excesivamente largas, no quiero libros perturbadoramente adolescentes… En fin, que encontrar un buen libro es realmente complicado para mí a día de hoy.
Desde la última vez que escribí, muchos libros han pasado por mis manos; de la mayor parte de ellos, apenas he leído una docena de páginas. Una estadística deplorable. Por eso, cuando empecé a leer Siete días de gracia, mi ánimo no era el mejor, ni mis esperanzas las mayores. El asunto bélico no me ha llamado mucho la atención desde siempre y, por la reseña, el libro de Carla Gràcia Mercadé se encuadraba específicamente en Barcelona, en la Guerra de los Siete Días, allá por la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, por otra parte, el resumen del libro también hablaba de misterios, de desenredar y de tirar del hilo… Y por eso lo empecé a leer, simple y llanamente. La sinopsis del libro no se equivocaba. Cada capítulo alterna ambos temas: por un lado, la guerra, en el presente; por otro, secretos y misterios del pasado. Ambas tramas se encuentran al final del libro.
Quizás, y esto demuestra que me conozco bien, lo que menos me ha gustado del libro es la parte «bélica». Los capítulos que versaban sobre este tema, los que se desarrollaban en el presente, eran una especie de contrapunto en la lectura. A pesar de que pueda parecer extraño, la trama del pasado era mucho más dinámica, amena, entretenida… que la que se refería al conflicto bélico. Esta era mucho más pasiva, aburrida, y contando con que la otra trama me tenía totalmente embebida, a veces me resultaba odiosa. Lo sé, soy una romanticona; me pirro por las historias de amor prohibidas. Y es que de eso va la trama «no-bélica». Puede resultar a veces un tanto folletinesca, sin embargo, engancha como la que más. Es posible, asimismo, que esta alternancia de tramas por capítulos esté pensada para provocar exactamente eso: una constante adicción no satisfecha por saber más de algo. Hace que desees, con más intensidad, saber más.
En líneas generales, Siete días de gracia ha sido una novela que me ha ido atrapando poco a poco. Si cuando comencé con las primeras páginas pensaba que no me iba a gustar sí o sí, a medida que avanzaba me iba cautivando. Al final, cuando apenas me restaba un cuarto del libro, estaba totalmente enganchada y sumida en horas de frenética lectura. Por otra parte, el final, aunque no es fácil y se torna un tanto crudo, tampoco me ha decepcionado. De hecho, si hubiera acabado de otra manera si lo hubiera hecho. Si al principio pensaba que se trataba de una novela ligera y tópica, tras terminarla, he de decir que, casi de casualidad, he tropezado con un libro bastante decente, que engancha y que va más allá de la típica historia facilona. Además, está todo el asunto de la Guerra de los Siete Días que aunque, para mi gusto, su desarrollo es un tanto lento, es interesante y, según mi punto de vista, bien documentado. Me gusta el retrato que Carla Gràcia Mercadé le hace a la Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX; tanto en lo que concierne a los ambientes más pudientes, como a las clases obreras.
Siete días de gracia también es una novela que me ha cautivado porque he tenido la oportunidad de leerla en formato físico; es decir, en un libro real, con sus paginitas y sus tapas. Después de dos años enganchada al ebook, ha sido un reencuentro alucinante, entrañable… ¡Ojalá tuviera espacio en casa para llenarlo de libros! Además la edición de Grijalbo, me ha parecido muy correcta, muy bonita.
Así que ya sabéis: si no sabéis qué leer; si os ocurre como a mí, que no encontráis nada potable en vuestra librería de confianza, podéis empezar con este libro. ¡Una buena manera de empezar el año lector, sin duda!
Escrito por El Ojo Lector
Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)