Se acerca Halloween y nuestro no-tan-anglosajón Día de Todos los Santos, momentos ideales para leer un buen libro de terror. ¿Os gusta pasar miedo? Reconozco que a veces me gusta. A ver, no me gusta que un serial killer me persiga de noche por un callejón oscuro, pero si persigue al personaje de un buen libro de miedo, he de reconocer que me chifla.

Sin embargo, encontrar un libro de terror que realmente acojone es realmente complicado. En el cine es diferente, cualquier película de miedo, por muy mala que sea, puede darnos un buen susto o crear en nosotros cierta sensación de desasosiego. Sin embargo, puedo contar con mis dedos los libros de este estilo que han producido algo similar en mi.

Os dejo algunas propuestas que, en menor o en mayor medida, os sorprenderán.

 

It de Stephen King

Stephen King es a la literatura de terror lo que Madonna es a la música, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Igual que le sucedió a Madonna, King, a partir de la época de los noventa, más que un escritor se convirtió en una máquina registradora, donde lo comercial era lo que primaba en todo momento. Aunque no me guste en lo que se ha convertido, he de reconocer que su novela It (Eso) es uno de los libros con los que más miedo he pasado o quizás el que más. Es cierto que lo leí joven, pero creo que era lo suficientemente madura para diferenciar un libro de terror de verdad de uno de pseudo-terror, tipo libros de Anne Rice, que era lo que se estilaba por aquel entonces.

En cualquier caso, siempre me acuerdo de él, y siempre lo recomiendo, como el libro que más miedo me ha dado, y siempre he querido volver a releerlo, aunque siempre me han echado para atrás sus 1500 páginas. El payaso Pennywise es uno de los personajes que más me han traumatizado a lo largo de mi vida. Si habéis visto la película (no sé si ya está descatalogada) no es suficiente motivo para no leer este libro. La novela es mucho más densa e intensa. Soñaréis con payasos durante una buena temporada, y seguro que ya no veis a Ronald McDonald de la misma forma…

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Apartamento 16 de Adam Neville

De una vieja gloria a un nuevo talento. Apartamento 16 es la segunda novela de Adam Neville. La publicó en 2010, con cierto éxito, y le han seguido un buen número de más. Una de ellas, El Ritual, también pasó por las manitas de este Ojo Lector, con peor suerte que su antecesora.

Reconozco que Apartamento 16 tampoco me ha dio excesivo miedo. Es decir, me levantaba por la noche para ir al servicio y no me preocupaba ni la oscuridad, ni las horas; pero sí me impresionó. Bastante. Es una historia que no digieres sólo cuando lees, si no durante el día. Apenas tardé una semana en leerlo y os puedo asegurar que durante unas semanas no me lo podía quitar de la cabeza. No sintiendo miedo, más bien impactada, y, el mismo machaque del libro en tu cerebro, te impresiona más, ya que, de alguna forma que no pienso revelar, te identificas muchísimo con la historia y los personajes del libro. Te sientes un poco, como alienada. Es raro, pero realmente, como os digo, es un libro que me caló.

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Otra vuelta de tuerca de Henry James

Otra vuelta de tuerca de Henry James es un libro que no te deja indiferente. Es una historia de fantasma que tiene capítulos que realmente te dejan en vilo.

Imaginad una enorme y vieja mansión, una institutriz, un par de críos «encantadores», un ama de llaves, fantasmas malvados que se dejan ver en los lugares más oscuros… Algunos pensaréis: «¡Pues tiene buena pinta!» Otros, en cambio, diréis: «Pues no es para tanto, hay miles de libros/películas que han dicho ya bastante sobre todo ello». A estos últimos, los sabiondos, debo deciros que, además, el libro de James, como historia de fantasmas, marca un antes y un después en lo que al género se refiere. Ha dado casi 200 años de críticas y especulaciones de trama.

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Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer

Y, por último, un libro que no debería faltar en ninguna de nuestras bibliotecas. Las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Recuerdo que, cuando estaba el colegio, por estas fechas, mi profesora de Literatura nos leyó El monte de las ánimas. Quedé conmocionada. Tanto, que esa misma tarde obligué a mis padres a que me compraran el libro. Todavía lo tengo.

No encontraréis auténtico miedo, ni a asesinos con cuchillos ensangrentados, pero sí hallaréis misterio, mucho misterio. Las Leyendas de Bécquer son ideales para leer al calor de una chimenea, con una manta y un buen tazón de chocolate caliente, mientras afuera hace frío. No os decepcionará.

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