Aunque empezamos con mal pie, es curioso como cada vez voy aficionándome más a los libros de David Safier. La verdad es que, por lo general, son muy graciosos -sus situaciones, también-, me gusta como escribe desde el punto de vista femenino (siendo hombre) y, sobre todo, el punto «sacrílego» que tienen sus obras. No se le caen los anillos poniendo a grandes personajes de la historia, la cultura y la religión, en situaciones totalmente hilarantes. Tampoco, tiene reparos en humanizarlos. Es lo que más me gusta de sus obras.