Supongo que cuando decidí leer la Trilogía El veneno que nos separa de Irene Hall, lo hice porque pensaba que me encontraría algo del estilo de Benavent. Los comentarios acerca de los libros eran realmente buenos y pensé que, después de todo el material de dudosa calidad que rula por ahí, si la gente los ponía por las nubes, deberían ser algo mínimamente potable. Lo que todavía no tengo muy claro es por qué seguí leyéndolos. Os puedo asegurar que hay libros mucho mejores que he mandado directamente al ostracismo. Supongo que me parecieron tan horrorosos que me hacía cierta gracia todo y, mientras me lo pasaba pipa, totalmente espantada con lo que leía, me imaginaba escribiendo esta reseña con cierta mala uva. (jijiji)