Comencé a leer Te esperaré de J. Lynn suponiendo que encontraría, de nuevo, el típico libro con prota-malote-y-un-poco-perturbado. Ahora que lo pienso, creo que debería trabajar sobre este punto. ¿Por qué sigo dándole oportunidades a este tipo de novelas si ya sé de plano lo que me voy a encontrar? Supongo que tiene algo que ver con la eterna esperanza de toparme, para variar, con… algo especial. Qué os puedo decir. Cuando una es romántica, tiene que serlo con todo y para todo.