Desde fuera, y sin mirar demasiado su argumento, he de reconocer que Maldito Romeo de Leisa Rayven desprendía un tufo a novela sobre chico malote que tiraba para atrás. Sí, una del tipo de la Trilogía Crash, Maravilloso desastre o la Serie After; de esas donde el protagonista está bastante perturbado, pierde los papeles en cuestión de segundos y tiene una novia bastante mojigata que le perdona lo imperdonable.