La pareja de al lado
de

Hace algunos días, os comentaba por Facebook que un extraño paquete había llegado a casa. Era La pareja de al lado, el libro de Shari Lapena que se publicará en España el próximo 12 de enero. Por cortesía de @megustaleer y de Penguin Random House, he tenido la oportunidad de leer esta novedad anticipadamente. Ya visteis lo currado que estaba el envío, con el libro envuelto en papel de períodico… ¿Qué os puedo decir? Me encantan estas cositas…

Cuatro por cuatro
de

A lo tonto, a lo tonto, me estoy haciendo muy muy fan de Sara Mesa. Si, hace unos meses, disfrutaba de lo lindo con Cicatriz, hoy le toca el turno a su Cuatro por cuatro, que, en 2003, fue Finalista del Premio Herralde de Novela.

Indiscreción
de

Hay que admitir que, a primera vista, es fácil llegar a pensar que Indiscreción de Charles Dubow es un libro más de literatura erótica. De esos que van de grandes empresarios podridos de pasta, con preferencias sexuales muy marcadas, y de chiquitas ilusas e inexpertas que se dejan querer. Yo misma podría haber sido víctima del engaño, de no ser porque — esta vez sí — tenía bien claro de qué iba esta novela que, probablemente, sea la peor vendida en la historia del marketing editorial.

Las chicas
de

«Las chicas» de Emma Cline, es una novela que se basa en los hechos que cometieron los integrantes de la Familia Manson, a finales de los años 60, aunque va a mucho más allá de todo aquello. Yo la definiría como el retrato pormenorizado de la juventud y, sobre todo, de la mujer, de la mujer de entonces y de la mujer de ahora, y de las escandalosas y vergonzantes similitudes entre ambas.

Miss zapatos de lujo
de

«Miss zapatos de lujo» de Ana Canterero no es que sea un hito en la historia de la literatura, ni siquiera de la chick-lit, sin embargo, opino que es una novela honesta, que está bien escrita, que engancha, que no se va por las ramas, que no decae hasta el final y que no tiene a una protagonista tarada a la que quieres matar. Y, a estas alturas de la película, todo esto se valora…

En las manos de las furias
de

En las manos de las furias de Lauren Groff, es una novela que llegó a mi encumbrada por grandes titulares. Bestseller de The New York Times; Finalista del National Book Award; Mejor novela del año en Amazon; Mejor novela del año según Obama… (¡según Obama! Ni más ni menos). Como ya sabéis, suelo hacerle poco caso o ninguno a este tipo de estrategias… Aunque, lo del Mr. President me tocó la fibra… Bromas a parte, cuantas más purpurina le pongan a una novela, más suelo huir de ella; cuanto más la anuncien en radio o televisión, más a chamusquina me huele; y, aunque hay honrosas excepciones, no me suelo equivocar al pasar de ellas.

Te odio, pero bésame
de

Cuando comencé Te odio, pero bésame no tenía ni idea de quién era Isabel Keats. De hecho, pensaba que era una especie de SEP o una Sophie Kinsella, anglosajona por supuesto, y su novela la típica que acaba en boda con damas de honor incluidas. Cuando la terminé, solo podía pensar: ¿Por qué no conocía yo a esta mujer?

Enlazados
de

Después del fiasco con Horizonte Martina, empecé Enlazados de Rainbow Rowell con cierto miedo. Al igual que pasara con Benavent, tampoco me gustó demasiado el último libro que leí de Rowell: Segundas oportunidades. Por lo tanto, tenía la misma incertidumbre acerca de que si lo siguiente que leería sería mejor o peor que lo último leído y, debido a la mala experiencia martinesca, estaba preparadísima para volver a decepcionarme.

Gente que viene y bah
de

Parece que han pasado siglos desde que comentábamos en este blog el primer libro de Laura Norton, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, una novela de título contundente que a muchas nos llamó la atención desde el principio, que causó sensación entre las lectoras, y que en mí, desafortunadamente, no […]

Highlander tenías que ser
de

Aunque parezca un libro facilón, y en gran medida lo es, no creáis que no me está costando escribir la reseña de Highlander tenías que ser de Laura Nuño. Hay detalles de la novela que me encantan, y, sin embargo, hay otros que me dan un tanto de dentera. ¡Y le he dado cuatro estrellas! […]