Cuando decidí empezar Indias blancas, la saga compuesta por dos libros de Florencia, iba con un poco de miedo. Que te encante una novela (tres, en el caso de Caballo de fuego) no tiene por qué significar que te gusten el resto de obras de un autor. Sin embargo, después de terminar Indias blancas, he de decir que me declaro totalmente fan de Bonelli. ¡Qué señora!