Contigo en el mundo
de Sara Ballarín
Vega está cansada del color gris que inunda su día a día. Inmersa en una relación que no funciona desde hace tiempo, en una ciudad que ha dejado de gustarle, siente que está desperdiciando su vida. Por eso, decide romper con todo aquello que la ata y que no la ilusiona y se dispone a empezar de cero en un pueblo de costa como profesora de violín. Tendrá que ubicarse en este nuevo espacio, apartada de su zona de confort y lejos de Elsa, su mejor amiga que, contra todo pronóstico, decidirá acompañarla en esta nueva aventura que la llevará hasta una librería, la de los hermanos Morel, y a encontrarse con Mario, una combinación perfecta de libros y mar. Después del éxito de ventas y críticas de El cuaderno de Paula, Sara Ballarín regresa al panorama de la narrativa con una novela ágil y divertida, diferente, que habla de amor, de dos personas con proyectos diversos que luchan por descubrir el mundo de la mano.
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Cuando tuve en mis manos el nuevo libro de Sara Ballarín, Contigo en el mundo, y, sobre todo, cuando lo abrí y leí el primer párrafo, mi primera sensación fue que no me iba a gustar. Empezaba bien la cosa, ¿eh? También había algo más: hace algún tiempo le di varias oportunidades a su primer libro, El cuaderno de Paula, y reconozco que no puede con él. En aquellos momentos, yo estaba un poco hasta donde la tripa pierde el nombre de protagonistas chaladas, y Paula se me antojó el súmmum del chaladismo. Así que, por mucho que lo recomendara Elísabet Benavent, lo di por perdido y me puse con Miss zapatos de lujo de Ana Cantarero, que me encantó.
Así que cuando abrí Contigo en el mundo y me encontré un primer párrafo de estas características, me quise morir:
Estuve pensando qué ponerme durante más de media hora. Me tiré encima de la cama con las domingas al viento, muerta de asco y resoplando. Que me apetecía un montón el momento, irónicamente hablando y tal. No era yo muy fina con la moda, así que no sabía cómo tienes que vestirte para quedar con tu novio cuando vas a dejarle. Deberían publicar un artículo en alguna revista de trapitos aconsejando cómo narices vestirse para joderle la vida a una persona. Debía ir sencilla, supuse, cero maquillaje, zapato plano, o mejor zapatilla. Un poco zarrapastrosa, vaya. Que él no pensara que me estaba tomando a risa el «No eres tú, soy yo…», que es una frase manida que no dice nada, pero, bueno, queda bien después de romperle el corazón a alguien. «Joder, venga, Vega», me dije, «que no solo eres una rompecorazones sino que además ¡vas a llegar tarde»
Quizás haya algo de razón en eso de que las malas relaciones te agrian el carácter ya que, por suerte, despúes de dejar a su novio — no os revelo nada, que esto pasa en la primera página —, Vega pasa de ser una frívola y sin sentimientos a persona normal y, afortunadamente también, no vuelve a pronunciar la palabra domingas nunca más. ¡Qué horror! Y es que la Vega del principio tiene poco o nada que ver con la del final de la novela, lo que posiblemente es lo que más me guste de ella; la evolución de la protagonista, que pasa de ser un alma libre sin objetivos en la vida, a alguien que los tiene y los consigue, sin perder su esencia en el impasse.
Vega no es una protagonista al uso — en lo último que piensa es en casarse y en tener hijos — sin embargo, a pesar de no ser una prota tradicional, es increíblemente sensata y se comporta de manera bastante racional… Ese es, precisamente, otro detalle que me ha gustado de la novela: lo normales que son los personajes y las situaciones. A diferencia de otros libros, no tienes la sensación de que haya nada impostado o complicaciones innecesarias. A pesar de que estos digan lo contrario, los protagonistas no se pierden en noñerías, no hay posturas kamasútricas, ni sexo conejil intenso… Todo es muy natural y sencillo. Podría pasarte a ti o a mí, si conociéramos a alguien con un velero, claro. (Por cierto, ¿os he dicho que este finde me voy a la playa? ;))
Vuelvo al hilo, que me pierdo…
Contigo en el mundo es un novela que, poco a poco, va armándose y volviéndose más íntima. También, va ganándote poco a poco. Ya véis, de párrafo chalado a cuatro estrellas en el ranking. Y es que, lo que en un principio parecía una frívola novela más donde una chica cambia de aires y conoce a un chico misterioso, se convierte en un canto a las segundas oportunidades, a la libertad, al buen amor que no ata y a la sencillez. Sara Ballarín nos demuestra que, en lo cotidiano, también es posible encontrarse a uno mismo y a la felicidad. Además, engancha como un demonio, por lo que me ha tenido en vilo durante todo un día.
¿Os la recomiendo? ¡Mucho! Si te gusta Elísabet Benavent y, sobre todo, si te gustó Mi isla, creo es un libro que te podrá encajar. Es una novela agradable, un poquito feeling-good, que te hará pasar un buen rato. Sin pretensiones, amable… ¡Sí! Me ha sorprendido.
Escrito por El Ojo Lector
Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)