Empezar de nuevo
de Isabel Keats

Cuando el coronel Schwartz fue a recoger al nuevo doctor se llevó una incómoda sorpresa: en vez del hombre que esperaba, se encontró frente a una atractiva mujer de aspecto frágil. La presencia de una doctora, joven y brillante, en un pueblo perdido del Congo era un misterio que el implacable militar, acostumbrado a no pasar nada por alto, estaba decidido a desentrañar. Para Alexandra, África era un sueño cumplido y, al mismo tiempo, una huida hacia adelante. Trabajar en el pequeño dispensario, velando por la salud de sus agradecidos pacientes, le encantaba; la única pega que le encontraba a su nueva existencia era la presencia del inquietante y severo coronel Schwartz. Desde el primer momento, el coronel se sintió poderosamente atraído hacia Alexandra, una mujer generosa y volcada en su trabajo; pero, a pesar de las confusas emociones que el militar provocaba en ella, Alex no estaba dispuesta a dejarse llevar. Sin embargo, en el exótico continente africano las cosas tendían a descontrolarse con rapidez, y el fuego abrasador que surgió entre ellos amenazaba con consumirlos a los dos.

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Reseña

Como sabéis, desde hace unas semanas, estoy de lleno con Isabel Keats y sus novelas. Primero fue Te odio, pero bésame,la última publicada hasta la fecha, que me encantó; luego, Algo más que vecinos, que me gustó también mucho; y, ahora, le toca el turno a Empezar de nuevo, que vio la luz en 2013 y fue galardonada con el Premio Digital HQÑ.

Aunque Empezar de nuevo es una novela agradable, que se lee a buen ritmo y que engancha bastante, tengo que admitir que, de todos sus libros, es el que menos me ha gustado. A ver, me siguen pareciendo muy acertados los mimbres de los que se sirve Keats para sus novelas; muy en la línea de lo que yo considero como romántico. Sin embargo, en cuanto al estilo, a la  propia construcción de la novela, aprecio muchas diferencias entre esta novela de 2013 y Te odio, pero bésame, publicada hace apenas unos meses. Algo que, supongo, obedece al propio y natural crecimiento de Keats como escritora, a lo largo de este tiempo. Es decir, aunque el argumento de Te odio, pero bésame puede resultar más ligero que el de la novela que hoy nos ocupa, aprecio en aquel cierta madurez que no encuentro en sus primeras novelas. Algo que es completamente entendible, como he comentado.

Aunque, como un gran porcentaje de la población femenina, me considero muy fan de África y su lado romanticón — cuánto ha supuesto para el continente películas como Memorias de África y ese pedazo de Robert Redford —, Empezar de nuevo no ha hecho mucha mella en mi, básicamente, porque me ha recordado un poco a una trilogía que a me embrujó por completo: Caballo de fuego de mi idolatrada Florencia Bonelli; sin duda, para mí lo más top en lo que a novelas románticas, sitas en África, se refiere.

Admito que Florencia dejó muy alto el listón. Caballo de fuego, además de narrar una historia de amor inolvidable, irrepetible, mágica, que ha encandilado a miles de lectoras a ambos lados del Atlántico, es, asimismo, un relato desgarrador de la situación actual en África y en oriente medio. En algunos momentos, no sabes muy bien si lo que tienes entre manos es una de las mejores novelas románticas que has leído, o un relato histórico, con una carga emocional abrumadora. Todo ello hace de Caballo de fuego una novela redonda, muy comprometida e inolvidable.

Aunque es digna de admiración la valentía de Keats por apartarse de lo cotidiano y situar su historia en un país tercermundista alejado de la mano de Dios, tienes la sensación de que la elección del lugar forma meramente parte del atrezo. A lo largo del libro, además de las descripciones acerca del paisaje —bastante estereotipadas, como de oídas—, hay pocas referencias  al país y a la situación en que este se encuentra. A ver, supongo que habrá lectoras (y lectores) que eso le traiga totalmente al pairo, pero, en mi caso, se me ha quedado todo demasiado light. Y no es que sea yo una activista pro derechos de los pueblos Africanos; sin embargo, cuando una novela se desarrolla en África, en una misión y con militares de por medio, espero un poco más de profundidad en algunos temas. Si no, es totalmente posible llegar a pensar que la elección del Congo como escenario de la novela es totalmente anecdótica, ya que la historia de amor se podría haber dado, en los mismos términos, en cualquier país desarrollado o subdesarrollado del mundo.

En este sentido, la novela de Keats, aunque increíblemente romántica, carece de la trascendencia de los libros de Bonelli, por lo que todo se queda, al final, un poco destemplado. Quizás, si yo no supiera que existen personajes como Matilde o Eliah Al-Saud (ella, doctora; él, paramilitar; protagonistas, ambos, de Caballo de fuego), quizás hubiera flipado en colores con Alexandra y el coronel Schwartz y, por consiguiente, mi valoración  sería totalmente diferente.

En cambio, y aunque sé que esto sonará un poco contradictorio, Empezar de nuevo es una buena opción para aquellos que persigan, simplemente, leer una novela de amor, en paraje exótico, para pasar un buen rato y no pensar en nada más. Está claro que, en algunos momentos, no nos apetece vernos implicados en conflictos extranjeros y en calamidades. Además, reconozco que la lectura de novelas como las de Bonelli, en algunos momentos, se volvía un tan ardua y complicada, y, qué narices, a veces nos apetece una buena historia de amor y punto. Para estas ocasiones, siempre podemos recurrir a relatos como el de Keats: amables, dulces, con la cantidad adecuada de acción e injusticia… A nadie le amarga un dulce, ¿verdad?

Escrito por El Ojo Lector

Soy El Ojo Lector y me encanta leer. Vivo en Sevilla (Andalucía, ES), con mi novio y mi chihuahua-pantera Panchito. Soy fanática de Los Beatles, me encantan los frijoles, el sushi, los macs, el Real Betis Balompié y las películas de Rocky. Desde 2008, leo y reseño en la sombra. Recomiendo libros. No esperes críticas edulcoradas; no las encontrarás, para bien o para mejor :)