Sinceramente, yo empecé a leer los libros de Anita Blake sin muchas esperanzas, y sin ninguna pretensión. La verdad es que esperaba que no me engancharan hasta el punto de tener que leer 20 libros en inglés (libros que no son precísamente breves). Sin embargo, después de terminar el primero, Placeres Prohibidos, supe que leería lo que tuviera que leer, ya sea en inglés, ya sea en chino mandarín, por continuar las aventuras de mi nueva heroína: Anita Blake.